GRASAS SATURADAS Y EL COCO

 

Hay dos categorías principales de grasas: grasas saturadas y grasas insaturadas (dentro de éstas, se encuentran las trans). Todas las grasas están formadas por moléculas de carbono, hidrógeno y oxígeno. 

Las grasas saturadas están llenas de moléculas de hidrógeno y contienen sólo enlaces simples entre las moléculas de carbono. Pero hay diferentes tipos de grasas saturadas, ya que dependen de la longitud de su cadena de carbono, entre ellos se encuentran los ácidos grasos de cadena corta, media y larga. 


Por ejemplo, las grasas saturadas se encuentran en productos de origen animal (entre ellos, el queso, la leche, la carne, etc) y también en aceites y alimentos de origen vegetal, entre ellos se encuentra el coco y el aceite de coco. La mayoría de los estudios que investigan los efectos de las grasas saturadas en el marco de riesgo de enfermedad hablan de las grasas saturadas en general, lo cual ha generado confusión, ya que no todas las grasas saturadas son iguales.


Así que es importante que los hallazgos de las investigaciones que se hayan realizado, no generalicen a todos los alimentos que contienen grasas saturadas, porque por ejemplo, una dieta alta en grasas saturadas puede ser basada en comida rápida y alimentos ricos en azúcar. Otra alimentación que también posee grasas saturadas podría incluir aguacate, huevos, carne y productos del coco. Pero entre los dos tipos de alimentaciones mencionadas, muy probablemente cada una afectará de distinta forma a la salud de la persona en cuestión.


En otras palabras, influirá en nuestra salud la combinación de todo lo que se ingiere y el estilo de vida que se lleva (si es una persona activa y que se ejercita constantemente); además la genética puede ser un factor que influirá enormemente en las necesidades dietéticas y el riesgo de enfermedades.


Y SOBRE EL ACEITE DE COCO…


Aunque el aceite de coco está constituido entre el 90-95% por grasa saturada, gran parte de esas grasas son triglicéridos de cadena media, así como ácido láurico. Este tipo de grasas se utilizan como una fuente rápida de energía y a este último, se le atribuyen gran parte de los beneficios del coco.


Se han realizado estudios que han demostrado beneficios al consumir aceite de coco. Entre los cuales se encuentra una investigación llevada a cabo en una muestra aleatoria de 94 personas; de esas personas solo 29 consumieron aceite de coco durante 4 semanas consecutivas. Se mostró que al ingerir aceite de coco se registraron niveles más altos de colesterol HDL (el colesterol “bueno”).


Algo que sí se tiene que tomar en cuenta al momento de consumir aceite de coco, es que sea virgen, debido a que este es el que retiene más nutrientes y antioxidantes provenientes del coco. Esto marcará una diferencia al consumir aceite de coco virgen o aceite de coco refinado, ya que cada uno tendrá diferente influencia en el cuerpo.


Como se mencionó anteriormente, es necesario hacer más investigaciones sobre sus posibles efectos, debido a que son varios beneficios los que se han encontrado, pero se debe de respaldar por más estudios.


REFERENCIAS 


Khaw, K. T., Sharp, S. J., Finikarides, L., Afzal, I., Lentjes, M., Luben, R., & Forouhi, N. G. (2018). Randomised trial of coconut oil, olive oil or butter on blood lipids and other cardiovascular risk factors in healthy men and women. BMJ open, 8(3),  https://doi.org/10.1136/bmjopen-2017-020167


Alvarado, A. (2018). Aceite de coco: ¿Saludable o no?. Recuperado de http://www.cncsalud.com/aceite-de-coco-saludable-o-no/


Sierra, A. (2020). ¿Es saludable la grasa saturada?. Recuperado de https://adriansierranutricionista.com/es-saludable-la-grasa-saturada/


Kubala, J. (2019). Can Coconut Oil Help You Lose Weight?. Recuperado de https://www.healthline.com/nutrition/can-coconut-oil-help-you-lose-weight